El erotismo japonés
Sabemos que el erotismo no tiene nacionalidad. Con unas peculiaridades u otras, todos los rincones del planeta han dejado, en mayor o menor medida, una muestra más o menos artística sobre su modo de concebir la sexualidad y el erotismo. En algunos lugares y épocas, el peso asfixiante de lo religioso ha ahogado la expresión de lo erótico o lo ha despojado de parte de su sinceridad y frescura. Siempre se ha dicho que no hay peor censura que la autocensura y ésta ha sido, sin duda, uno de los grandes enemigos a los que han debido enfrentarse, a lo largo de la historia, muchos artistas que han querido convertir lo erótico en temática preferencial de su obra. Esto se ha hecho especialmente evidente en aquellos países y culturas en los que el cristianismo, el judaísmo o el islam (las tres grandes religiones monoteístas) han determinado las creencias religiosas de sus habitantes. Las culturas orientales han escapado en mayor medida al peso de ese yugo censor sobre lo erótico y, por tanto, ha desarrollado un erotismo más refinado, más lleno de pequeños matices y más presente en sus muestras culturales.
Entre las culturas del mundo que mayor hincapié han hecho en lo erótico figura la cultura japonesa. En más de un artículo de este blog hemos hecho referencia, en alguna ocasión, a determinadas muestras del erotismo japonés o, cuanto menos, a determinadas muestras artísticas de contenido inequívocamente erótico de algunos artistas japoneses. Ahí tenemos, por ejemplo, nuestros artículos dedicados a las fotografías shibari de Nabuyoshi Araki, los relatos eróticos de Junichiro Tanizaki, las ilustraciones basadas en el face-sitting de Namio Harukawa o las clásicas ilustraciones del shunga, el arte erótico tradicional japonés por antonomasia.
En esta ocasión queremos centrar nuestra mirada en el séptimo arte. El cine japonés no podía permanecer ajeno al erotismo que impregna gran parte de su cultura y, así, podemos encontrar en la filmografía japonesa un buen puñado de películas eróticas que deberían figurar en la filmoteca particular de todos los amantes del erotismo.
Filmografía erótica japonesa
¿Qué películas son ésas? En este artículo vamos a recomendarte algunas de ellas, quizás las más importantes de un cine mucho más prolífico en lo erótico de lo que en un principio podríamos suponer.
La primera de esas películas eróticas japonesas, de ineludible visionado para todo amante del erotismo, es la archiconocida El imperio de los sentidos. Estrenada en 1976 y rodada por Nagisa Oshima, El imperio de los sentidos es la historia de una pasión rodada con absoluta crudeza, con escenas de sexo explícito (escenas que aún hoy no pueden contemplarse en Japón). Los personajes de Matsuda y Kichizo Ishida llevan hasta la misma muerte la pasión que les devora. Sin duda, un clásico entre los clásicos del cine erótico de todos los tiempos.
Junto a ésta, podríamos destacar, entre otras, las siguientes películas eróticas japonesas:
- Manji (1964), de Yasuzo Masumura. Masumura narra la historia de Sonoko, un ama de casa de mediana edad que conoce a Mitsuko, una chica joven, a la que pinta. La pasión de Sonoko por Mitsuko es el tema principal de esta película erótica japonesa.
- Gate of Flesh (1964), de Seijun Suzuki. Sadomasoquismo y naturalidad a la hora de rodar escenas de sexo. Eso ofrece esta película erótica japonesa que cuenta la historia de unas prostitutas japonesas que, en el Tokyo de la Segunda Guerra Mundial, cobijan a un criminal del que acaban enamorándose.
- Blind Beast (La bestia ciega) (1969), de Yasuzo Masumura. El argumento de esta película erótica japonesa se centra en la relación entre un escultor ciego obsesionado con la piel femenina y una bella modelo a la que él secuestra para que pose para él.
- Go, Fo the Second Time Virgin (1969), de Kôji Wakamatsu. Una adolescente es violada por una pandilla en la terraza de un edificio, mientras un chico tímido mira la escena en silencio. Al día siguiente, la chica le pide que la mate.
- Wife to be Sacrificed (1974), de Masaru Konuma. Hay quien ha visto en esta película un antecedente de Cincuenta sombras de Grey. Nosotros consideramos que este paralelismo no es exacto. El único punto de contacto entre ambas películas sería su relación con el BDSM. En esta película erótica japonesa, un prófugo por indecencias sexuales secuestra a su exmujer para someterla a todo tipo de perversiones S/M.
- A Woman Called Sada Abe (1975), de Noboru Tanaka. Esta película guarda íntima relación con El imperio de los sentidos ya que parte de la misma historia real sucedida en 1936, en los alrededores de Kyoto: una geisha llamada Sada Abe fue encontrada vagabundeando con un cuchillo, una cuerda y numerosos penes en sus manos. Uno de ellos pertenecía a su ex-amante Kichi, el propietario del hotel donde trabajaba. Ambos pasaron un mes encerrados en una habitación, viviendo un violento y pasional “amour fou”. El amor de Sada se volvió cada vez más obsesivo, tanto, que al final intentó ir más allá de los límites para mantener la pasión de Kichi. Lo que en el fondo movía a Sada era poseer a su amante por completo.
- Watcher in the Attic (1976), de Noboru Tanaka. Esta película erótica japonesa es uno de los grandes títulos del cine sobre voyeurismo. Goda, el protagonista de la película, es un voyeur que, escondido en el desván de una pensión, hace agujeros en el suelo para ver lo que hacen las parejas en el piso de abajo. Gracias a esa técnica descubrirá los diferentes modos que tienen de complacer sus fantasías secretas los ciudadanos más respetables.
- Tokio Decadence (1992), de Ryu Murakami. Esta película erótica japonesa cuenta la historia de Ai, una prostituta de 22 años especializada en BDSM y maestra en satisfacer las fantasías de sus ricos y poderosos clientes.
- A Snake of June (2002), de Shinya Tsukamoto. El argumento de esta película japonesa sobre el erotismo es el siguiente: Rinko Tatsumi trabaja como consejera en una línea telefónica de un centro de salud y está casada con un exitoso hombre de negocios. No tienen hijos. La intriga comienza cuando ella recibe una carta que contiene fotos de ella misma masturbándose.
Creemos que estas diez películas te permitirán adentrarte en el sin duda excitante mundo del cine erótico japonés.