Hubo un tiempo en que se dio por fenecido el género de los comics eróticos. Se le creía muerto desde los tiempos de María La Nuit, Vampirella, Lucifera o Anarcoma.
Pero no estaba muerto, no, como decía la rumba. O al menos, no lo estará mientras editoriales como La Cúpula sigan apostando por editar y mantener una extensa colección de cómics para adultos.
Y es que el erotismo no se reduce a Cincuenta sombras de Grey y al fenómeno que acarreó tras de sí la publicación de los libros de la escritora británica E. L. James.
Que el fenómeno Grey pusiera de moda la novela erótica no quiere decir que no hayan aparecido periódicamente publicaciones de un género u otro en las que lo erótico ha sido reflejado en mayor o menor grado.
Quizás el gran valor del llamado fenómeno Grey haya sido el que mucha gente ha perdido la vergüenza o el reparo y se ha puesto a hablar con tranquilidad de BDSM, de Bondage o de prácticas sadomaso.
Y eso, no vamos a engañarnos, está bien. Es más: está muy bien. Habitualmente ya perdemos demasiado tiempo hablando de fútbol, de política o de cosas que, después de todo, están menos ligadas con el placer y con el sentimiento de realización personal.
Ésa, probablemente, sea la mayor virtud atribuible a ese acontecimiento literario-cinematográfico que fue Cincuenta sombras de Grey.
Al abrigo de su moda se empezaron a publicar muchos artículos que hablaban de sexo, se empezaron a editar un largo listado de nuevos libros eróticos y se han ido reeditando obras de clásicos del género como las del siempre elegante Milo Manara o viejos cómics eróticos en español.
Comics eróticos en español: La Cúpula
Vampirella y Lucifera, a las que hemos citado anteriormente, fueron, con su temática erótico-terrorífica, los primeros ejemplares de este género que, en tiempos de la Transición, llegaban a España.
Junto a ellas hay que destacar la obra desarrollada en la famosa revista El Víbora por ilustradores y dibujantes como Nazario, con su Anarcoma, o Alfredo Pons con María la Nuit. En las tiras cómicas de Pons, María era una prostituta del Barrio Chino barcelonés.
Desde las páginas de la mítica revista, de la que fue editora, en su tiempo, Ediciones La Cúpula, Nazario y Alfredo Pons reivindicaron el elemento erótico en el cómic made in Spain.
En los últimos tiempos, destaca el empeño de esta misma editorial por insuflar nueva vida a este género.
En su amplio catálogo, La Cúpula ha editado las principales obras del citado Nazario. No podía faltar Anarcoma, el célebre cómic protagonizado por un detective travesti que está a medio camino entre Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Esta obra, el universo bullicioso e inquietante reflejado en él, nos remite a una Barcelona, la de principios de los 80 del siglo XX, que ya no existe pero que aún palpita en las páginas de este cómic homoerótico.
Ediciones La Cúpula ha publicado también las obras de ese célebre dibujante que fue Nazario Alí Babá y los cuarenta maricones y Nuevas mujeres raras).
Junto a las obras de Nazario hay que destacar también, en el catálogo de La Cúpula, títulos como Scandalo!, Primeras veces, Los infortunios de Janice, Historias inconfesables, Sexy Melodies o El afinador, entre otros.
En su colección Colección X, esta editorial editorial barcelonesa nacida en 1979 con la aparición del primer número de El Víbora, reúne obras de autores tanto españoles como extranjeros. Desde Erich Von Götha a Hachurui, pasando por Christian Zanier, Chiyoji Tomo, Ignacio Noé, Peter Riverstone o Roberto Baldazzini.
Entre los sugerentes títulos que forman parte de esta colección encontramos perlas como Beba las 110 Mamadas, Pequeñas viciosas, Ninfomaniac, El convento infernal, Cárcel de mujeres o El vicioso mundo de Keto.
Rubor: un libro colectivo de Ediciones La Cúpula
En la historia de La Cúpula hay que hacer mención especial a un proyecto que volvió a colocar hace algunos años a esta fantástica editorial en primera fila de entre quienes apostaban por este género.
En tiempos en los que es extremadamante sencillo acceder sin coste alguno a un largo listado de comics eróticos online con un simple clic, apuestas como la que hizo esta editora al publicar Rubor solo merecen el aplauso más unánime y cerrado por parte de los amantes de lo erótico.
¿Qué fue Rubor? Una colección de doce historietas imaginadas y dibujadas por doce ilustradores e ilustradoras distintos y reunidas en un libro colectivo.
Las doce historias, impresas todas en ellas color rojo o anaranjado (ése es el color del rubor y ése, también, el que tradicionalmente se asocia a la pasión), estaban ordenadas para que el lector pudiera avanzar, de forma progresiva, de menor a mayor grado de pornografía.
La heterogeneidad de estilos y temáticas de Rubor intentaba reflejar el carácter variado de la sexualidad humana.
Variadas eran las fantasías eróticas que se reflejaban en las historietas de esta obra colectiva coordinada por el ilustrador Jordi Pastor: voyeurismo, fetichismo, cruces casi imposibles entre el sexo y la gastronomía, relaciones homosexuales, relaciones heterosexuales… Las historietas de Rubor iban dirigidas, si distinción, a todas las tendencias sexuales.
Desde el estilo naïf de profesionales de la ilustración y el dibujo como Alexis Nolla o Candela Ferrández hasta estilos un poco más barrocos y detallistas como los de Enrique Corominas o Danide, los dibujos de Rubor intentaban ser un muestrario del comportamiento sexual humano.
La tarea de estos cuatro dibujantes ya citados viene completada por los siguientes autores: Marcos Morán, Gabrielle Piquet, Artur Laperla, Sergi Puyol, Giulia Sagramola, Alexis Nolla, Martín Pardo o Carmen Segovia.
Historietas con títulos tan sugerentes como Manual básico de prevención de riesgos sexuales, Gran aventura sexual o La jardinera y el cazador (con reminiscencias de El Decamerón) eran las que conformaron Rubor, una fantástica iniciativa de la editorial La Cúpula, que, gracias a ella, siguió siendo fiel a su historia.