Una mujer con curvas
¿Cuántas veces no nos hemos dicho que muchas modelos presentan un aspecto excesivamente delgado? ¿En cuántas ocasiones no hemos torcido el gesto ante una imagen en la que una belleza de las pasarelas se nos aparecía como un homenaje casi inhumano a la línea recta? Más de una seguramente. Por eso ahora estamos de enhorabuena: porque vienes tú, Gigi Hadid, hermosa y femenina, carnal y deseable, a romper con esos esquemas estilísticos que un día hicieron de la delgadez excesiva, las caderas poco opulentas y los pechos pequeños el estereotipo imperante y mundialmente extendido de la belleza. Que te hayas convertido en uno de los ángeles de Victoria’s Secret es una buena noticia para todos los que amamos las curvas femeninas. Después de todo, ¿qué mejor lugar para perderse en una excursión que recorriendo con manos, labios y lengua ese territorio casi mágico que son las curvas de una mujer?
Las tuyas, Gigi Hadid, nos parecen deliciosas. Las miramos y soñamos con recorrerlas como soñamos con recorrer y besar cada uno de los lunares que contemplamos en tu cuerpo. Los vemos salpicándote el cuello, el escote, el vientre, y nos zambullimos en la ensoñación de vernos descendiendo ese eslalon de lunares hasta llegar a esa zona de tu cuerpo que imaginamos acogedora y húmeda, embriagadora y casi demoníaca. Seguramente Eva, la perdición de Adán, era una mujer como tú, Gigi Hadid. Nada en ella debía remitir a lo esquelético. Nada en ella debía sonar a dieta alimenticia. Y eso que nos dicen que tú la has hecho. Que has tenido que esforzarte, Gigi Hadid, para ser elegida finalmente un ángel de Victoria’s Secret. Nos hablan de horas de boxing, de semanas de entrenamiento con un entrenador personal de alto rendimiento, de recortes drásticos de azúcar, harina y champagne en tu dieta.
Oímos que has reducido el consumo de champagne y nos preguntamos hasta qué punto, Gigi Hadid, el champagne formaba parte de tu alimentación cotidiana. Oímos champagne y oímos Gigi Hadid y te imaginamos entonces glamourosamente sexy, con una copa de champagne en la mano, abandonada a un ocio que sólo puede resaltar aún más las maravillas de ese cuerpo poderosamente sensual y tan follable que muestras en las fotografías.
Gracias a todas esas fotografías y, por supuesto, a esa carnalidad tuya tan bella y tan excitante, te has convertido, Gigi Hadid, en una estrella de Instagram. Nos dicen que tienes ocho millones de followers en esa red social y nosotros nos preguntamos: ¿cuántas personas de todos esos seguidores de Instagram no han soñado en alguna ocasión con el cuerpo de Gigi Hadid desnuda? ¿Cuántas de esas personas no se habrán masturbado alguna vez imaginando a Gigi Hadid follando? Nosotros te imaginamos entregada y pasional, ardiente y dulce, amante perfecta y ángel modélico de un paraíso en el que sólo el placer puede tener cabida y en el que el tiempo parece detenerse para contemplarnos entregados a tu adoración.
Quizás sea eso lo que otras modelos envidian de ti. Que hayas podido imponer la carnalidad de tu cuerpo a quienes, a la hora de seleccionar a los ángeles de la famosa marca de lencería norteamericana, acostumbran a premiar la delgadez. Las lenguas envidiosas dicen que te escogen sólo porque eres una estrella de Instagram, porque mucha gente te sigue. Apuntan a la demanda mediática que arrastras como una razón de peso para que tus 86-63-89 se acabe imponiendo sobre medidas menos exuberantes. Las lenguas verdaderamente maledicentes dicen que son tus influyentes y poderosos padres los que permiten que tú estés ahí.
No escuches esas voces, Gigi Hadid. Vogue, Elle, W Magazin y Harper’s Bazaar no pueden equivocarse cuando han coincidido en mostrarte, alguna vez, como motivo de portada. ¿Cómo van a equivocarse marcas como Chanel, Balmain, Dolce&Gabbana, Versace, Maybelline o Guess cuando te han escogido para protagonizar alguna de sus campañas publicitarias? Todas estas revistas y marcas sabias han sabido reconocer, sin duda, lo que vemos en ti, Gigi Hadid: una mujer muy sensual, una fruta deliciosa y tentadora que nuestros labios sueñan con saborear.
Recorrer tu piel desnuda, contar tus lunares con la punta de nuestra lengua, sentir en los nuestros el sabor seguramente afrutado y ardiente de tus labios, sentirnos acogidos por el cobijo protector de tus caderas, hundirnos en ti mientras miramos tus bellos y somnolientos ojos azules… Todo eso queremos Gigi Hadid. Todo eso es lo que nos hace soñar y nos excita y nos hace salir esperanzados a la calle en busca de mujeres como tú. Buscamos por los parques, por los bares, en las colas del supermercado o del cine, en la puerta de los gimnasios y, al final, cansados de buscar recordamos como en un chispazo el sitio perfecto en el que ya en alguna otra ocasión encontramos el lenitivo que nos curó del dolor de no poder alcanzar a las inalcanzables mujeres que nos enamoran desde el papel couché, las listas de Instagram o las pantallas de cine y televisión.
Ese sitio del que hablamos es el espacio que para el erotismo y el placer nos reservan girlsbarcelona.com y girlsmadrid.com. Entramos allí, en esas fantásticas web en las que se anuncian la mejores escorts de Barcelona y Madrid, buscando a alguien como tú y no tardamos en encontrarla. Ella, solícita y cariñosa, viciosa y maciza, nos regala todo el placer que hemos soñado compartir contigo, deseada Gigi Hadid.