La primera vez que oímos la palabra Hentai fue en boca de una de los 130.000 visitantes del XX Salón del Manga celebrado en Barcelona hace unos años. la chica en cuestión salía de visitar el Salón, debía rondar los 25 años e iba espectacular y morbosamente vestida.
Sandra (pues así se llamaba aquella visitante del Salón del Manga) parecía salida de un colegio privadísimo para niñas de papá. La apertura de su blusa y la altura de la falda tableada le daba si embargo un aire lascivo muy excitante y morboso. Fan declarada del cosplay, aquella joven había acudido a aquel evento buscando novedades sobre el Hentai, un género que (no dijo) le volvía loca.
A partir de lo que Sandra nos contó sobre lo que había visto empezamos a preguntarnos en qué consistía dicho género y cuáles eran sus características. Hoy queremos trasladaros parte de lo que hemos aprendido sobre este género.
¿Qué es el Hentai?
El término Hentai, que podría traducirse por algo así como pervertido, hace referencia a un género de ficción japonés de contenido porno. En él, las aventuras e historias se narran mediante dibujos. Algunos de esos dibujos se presentan en forma de historieta o cómic (en este caso hablamos de Manga Hentai) y en otros se presenta en forma de animación audiovisual (es decir: en formato de dibujos animados). En este caso hablamos de Anime Hentai.
El fundamento básico de este género, que se cree heredero del shunga, un tipo de dibujo erótico tradicional japonés, radica en la representación de escenas de sexo violento tanto en forma de cómic como en forma de videojuegos porno o película de animación.
En esas creaciones, demonios, profesores pervertidos, maestros casi pederastas, señores feudales o sectas satánicas que parecen haber manado de la imaginación desbocada de Sade aparecen como protagonistas en estas películas en las que personajes como Reona Morimoto, Kaori Saeki, Kusanagi-Haruka o Kaoku se convierten en nombres de referencia para los amantes de un género que no cesa de lanzar nuevos títulos al mercado.
Los fans del porno Hentai, así, pueden disfrutar continuamente de una amplia oferta online para poder visionar historias que satisfagan sus gustos estéticos.
Censura y comics porno
Este género de cómic porno del que hablamos es heredero de la cultura y las leyes japonesas. En ellas, vistas desde nuestram perspectiva occidental, se combinan de manera extraña y un poco alucinante el libertinaje más desbocado y una censura caprichosa y muy ambigua respecto a lo sexual.
Esa extraña legislación, que llegó en su día a prohibir la exhibición directa de genitales, permitió extrañamente el que se pudiera exhibir los genitales de chicos y chicas jóvenes por no ser personas sexualmente maduras.
Amparándose en lo que para nosotros es una extrañeza legal, los dibujantes de este género, en su deseo de plasmar una creatividad eminentemente porno, optaron por mostrar en sus creaciones (comics porno y películas de animación) tentáculos en sustitución de penes y genitales femeninos poco desarrollados y sin vello púbico.
Otra de las consecuencias de esas leyes, que en 1948 comenzaron a prohibir la exhibición de particularidades anatómicas muy explícitas, es que la no prohibición explícita de la exhibición de tetas favoreció la aparición de personajes femeninos dotados de pechos descomunales. Las protagonistas de este género son, así, jovencitas tetonas con pinta de colegialas desinhibidas y morbosas.
Hentai sin censura
Gracias seguramente a esas leyes extrañamente ambiguas que se centraron en censurar las cosas más simples y permitieron, por el contrario, la práctica de otras más hard, tuvo lugar la aparición de una pornografía más retorcida y morbosa.
Sólo hay que ver alguna de las imágenes de algún cómic en el que algún monstruo lleno de tentáculos se recrea en el abuso y la violación de alguna de estas teenagers de cuerpos explosivos y miradas límpidas que tan imitadas son estilísticamente por las fans del cosplay y que en muchos historias acaban enviciadas de placer, derretidas por las penetraciones monstruosas de esos engendros multitenticulares y lujuriosos.
Uno de las primeras obras del género que se vendió como tal y que fue creada única y exclusivamente pensando en el público adulto fue Cream Lemon, una animación de 25 minutos de duración creada en 1984 y en la que se mostraban las relaciones sexuales que mantenía Ami, un joven estudiante, con su hermanastro Hiroshi.
El gran éxito de esta creación hizo que, bajo la dirección de la productora Fairy Dust, se iniciara una colección de historias sexuales casi surrealistas con títulos destacados como Escalation, Ami Specials, Five Star o Showa. A esas historias y a todas las que siguieron se fueron incorporando elementos argumentales de comedia, de suspenso, de acción, de drama, de misterio…
El nacimiento de la productora Pink Pinneaple en 1992 marcó un punto de inflexión en el universo de los dibujos animados porno. Obras como End of Summer o Imma Yojo se convirtieron en algo así como la puerta de entrada a un trabajo de realización más profesional y unos guiones más sólidos.
Fue en este momento cuando se introdujeron en el género temáticas relativas al incesto, al terror, a los dramas familiares o al vicio, así como argumentos y temas relacionados íntimamente con la corrupción de las clases empresariales y políticas japonesas.
La introducción de estos temas sirvieron para dar mayor encarnadura argumental a esas historias de jovenzuelas violentadas por cipotes implacables y monstruos cachondos que se introducen en sus vaginas, en sus bocas y en sus anos dejando en ellos el rastro de copiosas eyaculaciones y la catarata de caudalosos fluidos.
Del contenido más gore al yaoi (gay), del lolicon (en el que se roza claramente la pederastia pues los protagonistas que se muestran son, en muchos casos, chicos y chicas apenas llegados a la adolescencia) al yuri (de contenido lésbicolésbico), este género ha ido ampliando su perspectiva y temática y se ha ido permitiendo (amparado por la ambigüedad legal y una cierta relajación censora) una mayor evidencia expositiva y creando una imagen fácilmente reconocible entre todos los amantes del mismo.
Quien desee ver Hentai, lo tiene ahora muy fácil. Internet ofrece múltiples posibilidades de ver creaciones de este género de forma gratuita y sin censura.
