Que Christie’s incluya una de las planchas de tus cómics entre su catálogo de objetos a subastar quiere decir que, en cierto modo, te has convertido en un clásico. Eso, ni más ni menos, es lo que le sucedió en su día a quien es, seguramente, uno de los mayores y más afamados dibujantes de comics eroticos del mundo: el italiano Milo Manara.
La sala Christie´s subastó en 2015 una plancha de Viaje a Tulum, un cómic que Manara elaboró en 1990 basándose en un guión inédito de Federico Fellini.
Como en otras obras del director italiano, Viaje a Tulum exploraba el mundo de la mujer, de la creación artística y de esa infancia que, irremisiblemente, cada vez va quedando más atrás.
Si la película de Fellini fue un proyecto que quedó durmiendo el sueño de los justos, el trabajo del historietista italiano quedó para la historia del cómic erótico, engrosando de ese modo una obra ingente y centrada en los más diversos aspectos del erotismo.
Milo Manara: erotismo y compromiso político
Milo (pseudónimo de Maurillo) Manara nació en Luson en 1945. Su relación con la ilustración empezó cuando era apenas un niño. Con doce años ya colaboraba en la elaboración de paneles decorativos.
Su trabajo como asistente del escultor español Miguel Berrocal le permitió entrar en contacto con la mujer de aquél. Gracias a ella, el dibujante descubrió el universo de los cómics. El deslumbramiento que el cómic produce en él hace que lo elija como lenguaje para plasmar su mundo interior y para abrirse un hueco en el mundo de la expresión artística.
A finales de los sesenta, Manara debutó como autor de cuentos eróticos gracias a la serie policial Genius. Mezcla de novela negra y erotismo, esta colección de cómics eróticos se editaba en formato de bolsillo, lo que permitió a su autor llegar a un público muy amplio y heterogéneo.
A partir de aquí inició una fructuosa carrera como dibujante en la que, además de los cómics de temática sexual, destacaban aquéllos en los que pudo mostrar su compromiso político con las ideas de izquierda.
Desde el maoísmo de su juventud hasta posturas más centradas pero igualmente izquierdistas, el dibujante italiano no ha perdido a lo largo de su carrera la ocasión de mostrar sus ideas sociales en algunos de sus cómics (Encuentro fatal, Balada en Sibemol) o en su manera de dibujar y narrar la historia.
La relación del dibujante italiano con algunos poderes no ha sido especialmente cómoda. Tampoco la que ha mantenido con algunos medios. Pese a su fructífera colaboración con Marvel, alguna de sus portadas ha sido rechazada por la editora norteamericana.
Empeñada Marvel en incorporar heroínas a su larga lista de personajes de cómic, la portada que el italiano creó para representar a Spider-Woman originó una gran polémica. Para mucha gente, la portada era demasiado explícita sexualmente.
En mitad de la polémica, el historetista declaró que él no tenía la culpa de que las mujeres fueran así. Mofándose de todos los creyentes al atribuir el diseño de la mujer a un creador más importante que él, el dibujante objetó que él se limitaba a dibujar lo que dicho creador había diseñado.
La mujer en el cómic erótico de Manara
Para muchos estudiosos, las creaciones de este clásico de la historia del cómic jugaron en la década de los setenta del siglo XX un papel activo en la liberación sexual de la mujer.
La mujer representada por el artista italiano no era ya una hembra pasiva que esperaba la acción del macho. La hembra que aparece representada en los dibujos eróticos de Milo Manara, además de hermosa, es una mujer activa y cachonda, dotada de una libido que la acerca a la ninfomanía; una fémina de piernas inacabables y sonrisa picarona y provocadora, de labios húmedos y pechos que, sin ser excesivos, aparecen siempre turgentes y deseables.
Los pechos de las chicas que aparecen en las viñetas de este artista no caen ni se descuelgan. No existe la gravedad para ellos. Se mantienen firmes y bellos, como de hecho es representada toda la chica en sí. Dentro de esa belleza y de esa sensualidad arrebatadora de la mujer que el famoso historetista plasma en sus dibujos hay que destacar la perfección de las nalgas. En sus viñetas no hay culos-carpeta. Sus personajes tienen un culo perfecto.
Buscar cualquier cómic erótico de Manara y perderse entre sus páginas es algo así como introducirse en un paraíso de mujeres elegantemente hermosas y arrebatadoras.
Sensualidad y erotismo es lo que el artista italiano ofrece en obras como Jolanda de Almaviva (historia de piratas protagonizada por una femme fatale), El Click, El perfume del invisible, o en adaptaciones eróticas de obras como Los Borgia o Gulliveriana.
Sumérgete en cualquiera de estas obras y disfruta del erotismo elegante de ese tótem del cómic erótico que es Milo Manara. Para muestra, contempla algunos de los retratos que hizo de un mito femenino del cine francés en nuestro artículo Y Manara recreó a Brigitte Bardot.