Son varios los museos eróticos existentes en el mundo. En nuestro artículo “Un paseo por los más famosos museos eróticos del mundo”, citábamos varios de ellos y, entre ellos, se encontraba un museo muy especial, el Museo del Falo de Reykajavík. En esta ocasión queremos hablarte, con mayor lujo de detalles, de dicho museo y de sus contenidos. Al mismo tiempo, y aprovechando que vamos a hablar de un museo dedicado al órgano sexual masculino por experiencia, queremos anunciarte también la próxima apertura en Londres de un museo dedicado única y exclusivamente a la vagina. Si el primero nació fruto de la pasión coleccionista, el segundo lo está a punto de hacer de una pasión fundamentalmente educativa. Veamos cómo son cada uno de estos museos.
Museo del Falo de Reykjavík
En Húsavík, una pequeña localidad islandesa, se inauguró en 1997 el The Icelandic Phollological Museum, un museo destinado a albergar alrededor de trescientos penes pertenecientes a un gran número de especies animales, en su mayoría especies autóctonas de Islandia. Nacido a partir de una idea de Sigurour Hjartarson, este museo, conocido popularmente como el Museo del Falo, fue trasladado a Reykjavík en 2011, cuando se hizo cargo de él Hjörtur Gísli Sigurosson, hijo del fundador. Éste, de ese modo, proporcionaba a la colección iniciada por su padre un mayor espacio y una mayor posibilidad de resonancia.
En el Museo del Falo pueden contemplarse desde el pene de un hámster, que apenas mide dos milímetros, hasta el de un cachalote. El falo del cachalote, el más grande expuesto en este original museo islandés, mide 170 centímetros y tiene un peso que ronda los 75 kilos.
El primer pene de la colección iniciada por Sigurour Hjartarson fue un pene de toro. Antiguamente, cuando se sacrificaba un toro se guardaba su pene y, tras secarlo, se hacía servir como látigo con otros animales. Uno de esos penes-látigos fue a parar de Hjartarson y fue, pues, el primer objeto de una colección que actualmente incluye penes de todo tipo de mamíferos. Por incluir, la colección expuesta en el Museo del Falo de Reykjavík incluye, incluso, un pene humano. Un amigo personal del fundador del museo le prometió que, al morir, donaría su miembro viril al Museo del Falo para que su amigo pudiera exponerlo en él. Paul Arason, pues así se llamaba aquel donante, falleció a los 95 años de edad y cumplió su palabra. Actualmente, su pene el único falo humano que se expone en el The Icelandic Phollological Museum. En la actualidad, y según cuenta el director del museo, hay tres hombres (un inglés, un estadounidense y un animal) que han prometido donar sus penes al museo cuando fallezcan.
Algunos de los penes que se exponen en el Museo del Falo se conservan en formol, otros están disecados, algunos son una especie de pieza artística o casi fabulosa (en el museo puede contemplarse un pene de trol y otro de elfo) y otros son, directamente, réplicas de penes reales. Entre estos últimos podemos encontrar las réplicas del equipo olímpico islandés de balonmano que en 2008 logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pequín.
Museo de la Vagina de Londres
Si el Museo del Falo de Reykjavík es, de alguna manera, el resultado de una afición; el Museo de la Vagina que se inaugurará en Londres el próximo 16 de noviembre es, en gran medida, el fruto de un objetivo muy claro y premeditado: el de generar conciencia, combatir estigmas y educar sobre la salud vaginal y de la vulva.
Fundado y dirigido por Florence Schechter, que tuvo la idea en 2017 de abrir este museo cuando supo de la existencia del Museo del Falo de Reykjavík, el Museo de la Vagina de Londres será, según palabras de la propia fundadora, el primer museo dedicado a la anatomía ginecológica.
Ubicado en el popular Candem Market, el Vagina Museum o Museo de la Vagina podrá abrirse gracias a una campaña de recaudación de fondos que ha permitido a su fundadora reunir la cantidad de 60.000 dólares.
La idea original de Florence Schechter al diseñar el Museo de la Vagina, más que en potenciar el aspecto exhibicionista que pudiera tener un museo de estas características, se centra en proporcionar a familias, niños y escuelas un centro cultural en el que, mediante la participación en talleres y actividades, puedan educarse en el funcionamiento de la vagina para, de ese modo, poder derribar todos los tabúes que, tradicionalmente, han estado asociados a ella. Para alcanzar dicho fin, el Museo de la Vagina colaborará directa y estrechamente con el Colegio Real de Obstretas y Ginecólogos y organizará exposiciones temporales, talleres, espectáculos y proyectará películas que, de una forma más o menos directas, estén relacionadas con la imagen del cuerpo, el consentimiento, la sexualidad y la salud mental. La primera exposición temporal que se mostrará en el Museo de la Vagina de Londres será: “Muff Busters: Mitos de la Vagina y cómo combatirlos”. Esta exposición, que se inaugurará el mismo día que se inaugure el museo, estará abierta durante todo un año.
El Museo de la Vagina, apunta su fundadora, será un museo gratuito e inclusivo para todos los géneros. No en vano, Florence Schechter considera que “no todo el que tiene vagina es una mujer y no todas las mujeres tienen vagina”.