El mito del erotismo francés
Tal vez sean residuos heredados de un tiempo en el que el nacionalcatolicismo franquista impuso su norma y su ley grabando a fuego su moralina sobre gran parte de dos generaciones de españoles. Después de todo, no quedan tan lejos aquellas excursiones sabatinas o dominicales de tantos españolitos que, ansiosos de libertad, acudían como peregrinos a los cines de Perpignan para ver el culo de Marlon Brando mientras violaba, al amparo de la inmoralidad creativa de Bertolucci y de su deseo de inyectar verosimilitud a su tango parisino, el culo de la pobre Maria Schneider. O tal vez, simplemente, sea reconocimiento a la capacidad que siempre ha tenido la cultura francesa de conducir la libertad y la creatividad artística hasta las últimas consecuencias. Quién sabe. Tampoco queremos aquí ahondar demasiado en las razones.
Sea como sea y debido a lo que sea, lo cierto es que por estos lares siempre, y quién sabe si por culpa de lo que hemos apuntado anteriormente o por culpa de Sade, por culpa de O, por culpa de Emmanuelle o por culpa de la Deneuve, la Binoche, la Casta o la Green, se ha tenido a la sociedad francesa como una sociedad especialmente dada a lo erótico o, cuanto menos, a lo marcadamente sensual. En la memoria de muchos de nosotros han quedado tatuadas algunas escenas protagonizadas por estas bellas y sensuales mujeres y, no nos engañemos, el españolito medio, ése que tan bien representado el landismo, siempre consideró a la mujer francesa como una mujer especialmente proclive a la práctica sexual, una mujer liberada que no dudaba a la hora de disfrutar de su cuerpo, una mujer (dicho con el lenguaje de entonces, tan políticamente incorrecto y tan injustamente ofensivo), un poco puta.
¡Qué daño hizo el nacionalcatolicismo, Dios, a la educación sexual de tantos y tantos españoles y españolas! ¡De qué manera tan monjil y tan santurrona inculcó en muchas personas la idea de que el sexo y su disfrute eran asuntos que más tenían que ver con el Infierno que con el Cielo! Por suerte siempre quedaba París o, mejor dicho, Francia. Francia era el símbolo de la liberté, la egalité y, si no de la fraternité (la fraternidad es tema peliagudo), sí lo era de la sexualité. Y a ella, a la République, a la France, acudíamos los españolitos de a pie a oficiar nuestro bautismo de libertad y erotismo inyectado en vena ante las pantallas de cualquier sala de cine bien fueran de París, bien del sur de Francia. Eran los tiempos en los que Susana Estrada aún no había descubierto su pecho ante el alcalde de Madrid ni Marisol, la niña prodigio del franquismo, la Pepa Flores musa del rojerío, que escribiría Aquél, había lucido sus tetitas absolutamente deseables y deliciosas en la portada de Interviú. Eran (parecen lejanos pero están a la vuelta de la esquina) los años en los que actrices como Nadiuska, Maria José Cantudo, Eva Lyberten, Sara Mora, Jenny Llada, Azucena Hernández, África Pratt o Adriana Vega, entre algunas otras, aún no habían empezado a mostrar sus encantos físicos en las películas españolas, aquellas películas de bajo presupuesto hechas a la gloria de actores como Pajares, Esteso o algún que otro pájaro. Eran los años en los que cualquier persona con un mínimo de inquietudes culturales y desprovista de ese patrioterismo tan castizo y tan garbancero que tanto se estila, ansiaba ser, de alguna manera, un poquito francesa.
Hoy, en este espacio dedicado al erotismo y en recuerdo de aquellos años en los que todas las personas que no habían sido inoculadas con el virus del Santiago-y-cierra-España deseaban, en el fondo de su alma, ser un poquito francesas, queremos rendir homenaje a la aportación del cine francés a la historia del cine erótico realizando un breve listado de las mejores películas eróticas francesas.
Filmes eróticos franceses
Entre todas las películas eróticas francesas, en Girlsbcn.tv queremos destacar las siguientes:
- La gran comilona (1973). Esta película erótica francesa, con un guión escrito por los españoles Rafael Azcona y Marco Ferreri y dirigida por éste último y protagonizada por Marcello Mastroianni (piloto de aviación y obseso sexual), Michel Piccoli (productor de cine homosexual), Ugo Tognazzi (restaurador no especialmente aficionado al sexo) y Philippe Noiret (magisgrado reprimido), tiene un argumento sencillo: cuatro amigos se reúnen para morir comiendo hasta reventar. Para hacer más entretenidos esos últimos días de vida, estos amigos desean mezclar dos de los pecados capitales, el de la gula y el de la lujuria. Para cumplir dicho objetivo deciden contratar a una serie de prostitutas que empezarán a mantener relaciones sexuales con ellos… sobre la comida. Actualmente La gran comilona es una película de culto.
- Emmanuelle (1974). Clásico entre los clásicos del cine erótico de todos los tiempos, esta película erótica francesa, protagonizada por la gran e inolvidable Sylvia Kristel y dirigida por Just Jaeckin, cuenta la historia de Emmanuelle, una joven recién casada que es animada por su esposo a iniciarse en determinadas prácticas sexuales para, de ese modo, satisfacer sus propias fantasías sexuales. Las escenas de masturbación, violación y, en especial, una en la que una bailarina se inserta un cigarrillo en la vagina, pertenecen, por derecho propio, a la historia del cine erótico. Se cree que más de 300 millones de personas en todo el mundo han visto esta película erótica francesa.
- Lunas de hiel (1992). Esta película, conocida también como Luna amarga, fue dirigida por el polémico director Roman Polanski. Narra la historia de una joven pareja que, en un viaje en crucero, conoce a una extraña pareja formada por un hombre mayor, minusválido, y una bella joven. La relación entre este hombre minusválido y esta joven (cuyo papel está interpretado por Emmanuelle Seigner) es una relación tortuosa. Tanto, que el marido minusválido propone al joven marido (Hugh Grant) que seduzca a su mujer. El cómo esa joven sumisa interpretada por Seigner se convierte en una mujer fatal es lo que nos cuenta esta inquietante película erótica francesa.
- Herida (1992). El mismo año que Polanski estrenó Lunas de hiel, Louis Malle, uno de los grandes nombres del cine francés, estrenó Damage (Herida). La historia, sencilla: un respetable parlamentario británico, casado y padre de familia, mantiene relaciones sexuales con la novia de su hijo. Él es Jeremy Irons. Ella, la siempre impactante, sensual y misteriosa Juliette Binoche. Dramática, esta película erótica francesa narra perfectamente lo que es la pasión sexual irracional llevada hasta sus últimas consecuencias. Y es que, no lo dudemos, también los hombres que parecen más serios y racionales se encoñan.
- El amante (1992). ¿Qué pasó en el 92 en Francia? Mientras en Barcelona celebrábamos los Juegos Olímpicos, nuestros vecinos se dedicaban a rodar maravillosas películas eróticas. En este caso es Jean-Jacques Annaud quien, basándose en la novela más o menos autobiográfica de Marguerite Duras del mismo nombre, estrena El amante, un film en el que se cuenta la relación entre una joven de 15 años (Jane March) y un hombre rico chino (Tony Leung Ka Fai). Ambientada en el Vietnam colonial de los años veinte, esta película erótica del cine francés muestra cómo ciertas historias de pasión y amor, por ser consideradas inapropiadas, deben mantenerse en secreto; y cómo ese secreto acaba, en cierto modo, contaminando la historia.
- La vida de Adèle (2013). Dirigida por Abdellatif Kechiche y premiada con la Palma de Oro, este film erótico francés está basado en una novela gráfica de Julie Maroh y cuenta la historia de Adèle (papel interpretado por Adèle Exarchopoulos), una introvertida adolescente francesa que, cansada de la compañía de los chicos y chicas de su edad, busca su sexualidad por otros derroteros. La entrada en su vida de Emma, una futura pintora con el pelo corto y teñido de azul (Léa Seydoux), y la evolución de su relación con ella será el argumento sobre el que se sostenga el andamiaje de esta maravillosa película erótica francesa.
- Joven y bonita (2013). De esta película ya hablamos en Girlsbcn.tv cuando dedicamos un artículo de nuestra sección de famosas a loar la belleza turbadora de Marine Vacth, la bella actriz francesa que, en este film , interpreta el papel de Isabelle, una joven de 17 años que, al descubrir el sexo, decide llevar una doble vida y convertirse, a escondidas de todos, en prostituta de lujo
- El desconocido del lago (2013). Si el 1992 fue un año de excelente cosecha en lo que a cine erótico francés se refiere, hay que decir que el 2013 no le fue a la zaga. En este año fue cuando se estrenó esta fantástica película erótica francesa de temática gay. Dirigida por Alain Guiraudie, esta película de bajo presupuesto y que muestra planos fijos de sexo explícito retrata a un grupo de hombres que buscan sexo gratuito y, casi, fortuito. Practicantes de lo que se denomina “cruising”, los protagonistas de esta película erótica francesa acaban reflejando la personalidad de unas personas que, arriesgándose con prácticas sexuales de alto riesgo, en el fondo, en el fondo, lo que están buscando es afecto.
Más allá de estas películas eróticas del cine francés podemos destacar también títulos como Lila dice, Gotas de agua sobre piedras calientes, Fóllame, Historia de O, Irreversible, Cuentos inmorales, Intimidad, Romance X, Ese oscuro objeto del deseo o No nos libres del mal. Quizás dediquemos a estas películas algún artículo en un futuro más o menos próximo.