Las campanas doblan por Playboy
Parece que las campanas doblan por Playboy. O, al menos, por los desnudos en Playboy. La frialdad de las cifras de ventas impone un cambio del diseño y contenidos de la revista. O renovarse o morir. En 1975, 5,6 millones de ejemplares de cada número de la mítica revista circulaban por el mundo. En la actualidad, sólo 800.000 copias bastan para abastecer a los fans de la revista que en 1953 editara por vez primera Hugh Hefner.
Hefner es, todavía, el editor en jefe de la publicación. La gestión diaria de la misma, sin embargo, es una tarea que incumbe al consejero delegado de la revista, Scott Flanders. Es él quien ha comunicado a la prensa que, a partir del próximo mes de marzo, Playboy experimentará un cambio radical: no aparecerán más desnudos en sus páginas. Sí aparecerán contenidos llenos de sensualidad e imágenes de mujeres adoptando posturas provocativas. Se mantendrá, también, y como icono representativo de la revista, el famosos conejito Playboy que en su día diseñara Art Paul y que identifica a la publicación desde su segundo número.
Cory Jones, director de contenidos de la revista, confirmó que en el nuevo Playboy continuará existiendo la figura de la playmate del mes. Eso sí: la playmate de turno no aparecerá desnuda. Como mucho, mostrará lo que en Instagram viene a ser una imagen provocativa y sensual, un posado provocativo. No se traspasará dicha barrera. La competencia de las webs destinadas al porno (y de otras revistas como pueden ser Maxim, FHM o H) ha hecho que la imagen fotográfica de la mujer desnuda haya perdido atractivo a la hora de atraer a posibles lectores a la revista que hiciera inmortal la imagen de un señor maduro, con bata, rodeado de bellezas desnudas o semidesnudas. Si entre esos lectores había, en décadas anteriores, muchos hombres que utilizaban la imagen de la chica de Playboy para estimularse de cara a una posible masturbación; este tipo de cliente encuentra hoy esa estimulación en los múltiples videos porno o cortos porno que circulan por las mil y una páginas pornográficas existentes en la red.
El nuevo Playboy seguirá manteniendo sus entrevistas (en sus páginas han aparecido entrevistas a personajes tan diversos como Martin Luther King, Jimmy Carter, Fidel Castro, Malcom X, Salvador Dalí, Jean Paul Sartre, Orson Wells, Stephen Hawking, Carl Sagan o John Lennon) y seguirá contando con firmas ilustres que firmen algún artículo, un reportaje, una crónica… En las páginas de Playboy han firmado colaboraciones gentes de la talla de Kerouac, Roald Dahl, Alberto Moravia, John Updike, Norman Mailer, Vladimir Nabokov, Gabriel García Márquez, Murakami, Tennessee Williams, Borges, Nadine Gordimer, Joyce Carol Oates… La intención del equipo directivo de Playboy es que la revista siga siendo una ventana que sirva a autores de categoría internacionalmente reconocida para enseñar una muestra de su obra.
Otra de las secciones que, al parecer, formarán parte habitual de Playboy será aquélla en las que una serie de firmas femeninas hablen de la sexualidad femenina.
La renuncia al desnudo tiene también que ver con la voluntad de Playboy de introducirse en las redes sociales, un sector fundamental hoy en día para todas las empresas que, de un modo u otro, se dedican a lo editorial.