Erotismo y arquitectura
Asociar el erotismo a la pintura es sencillo. Hacerlo a la escultura, también. De la relación entre fotografía y erotismo hablamos profusamente en este blog rescatando y exponiendo la obra de fotógrafos con estilos muy diferentes. También hemos hablado aquí de la relación entre erotismo y literatura y hemos hecho referencia, en algún que otro artículo, a algunas de las más importantes obras de ese maravilloso género literario que es el de la literatura erótica. La relación que no habíamos podido establecer es la existente entre erotismo y arquitectura. No habíamos encontrado el modo… hasta hoy.
Ha sido una artista estadounidense, Giulia, quien nos ha ayudado a establecer esa relación que andábamos buscando entre arquitectura y erotismo y lo ha hecho, además, sorprendiéndonos con una obra originalísima y muy personal. Giulia, que firma sus obras en Instagram con el nombre de Scientwesht, ha conseguido conjugar de una manera muy llamativa el sexo y la arquitectura.
A la relación que Scientwesht ha establecido entre sexo y arquitectura hay quien la ha llamado pornoarquitectura. Otros han preferido escoger el nombre de arquisextura para definir, con una palabra, el impactante trabajo fotográfico de Giulia o, si lo prefieres, de Scientwesht.
El collage es la técnica que ha escogido Scientwesht para realizar su obra. Pero el collage de Scientwesht es un collage muy original: en él se mezclan desnudos reales con interiores y exteriores arquitectónicos.
Tras la pornoarquitectura de Scientwesht existe una lucha: la que Scientwesht decidió establecer contra la censura que, en las redes sociales, coartaba la libertad corporal femenina de mostrar el cuerpo de la mujer de manera libre y tal cual es. El collage en que se combinan el desnudo real femenino y la arquitectura se convirtió en la manera que tenía Scientwesht de protestar y manifestarse contra esa censura. Giulia ha destacado en alguna entrevista que socialmente se tiende a culpabilizar a la mujer que se muestra desnuda total o parcialmente en las redes sociales y socialmente se tiende a presionar a esa misma mujer para que encaje en un determinado canon de belleza. Giulia ha confesado que, en algún momento de su vida, llegó a sentirse mal por no ser más alta y delgada y menos corpulenta.
Scientwesht da pocos datos de su vida en sus entrevistas. Ha dicho en alguna ocasión que tiene 27 años y que nació en el sur de Florida, aunque ahora mismo vive en el neoyorquino Brooklyn.
La mirada de Giulia es una mirada ciertamente reveladora. Nadie como ella ha sabido ver hasta ahora hasta qué punto un techo triangular podía sustituir, en una imagen, a vagina o cómo unos pasillos pueden convertirse en la continuación de unas rotundas y bellas nalgas.
Giulia se proclama defensora de lo que ella llama “erótica inesperada”. La sexualización de lo inanimado es la clave sobre la que se iza una obra que redefine extractos arquitectónicos en formas femeninas y que sirve para plasmar que, tal y como dice Giulia, “la arquitectura puede ser sexual”. ¿Hasta qué punto? Mira las siguientes obras de Giulia y reflexiona sobre ello. Seguramente hasta ahora no habías caído, como no lo habíamos hecho nosotros, de hasta qué punto arquitectura y erotismo pueden ir de la mano.