El porno es ficción
Que el porno es ficción es algo que ya hemos apuntado en alguna ocasión. De hecho, ya dedicamos en este blog un artículo a analizar la distancia que, en cuestiones de sexo, media entre el cine y la realidad. En el artículo del que hablamos hacíamos hincapié en cómo trasladar los estándares del porno y el modo de encarar la relación sexual a nuestra vida sexual puede ser, a la corta o a la larga, causa de una gran insatisfacción que acabe dañando nuestra autoestima y dificultándonos el gozar de esa maravilla que es el sexo. Sin duda, nada peor que intentar comportarse como Nacho Vidal o Rocco Siffredi para incapacitarnos para disfrutar de una relación sexual sana y placentera. Lo han apuntado autoras pertenecientes a las corrientes del postporno y cineastas que, como Erika Lust, han abogado por la filmación de un nuevo tipo de porno menos industrializada y más cercano a lo que son las relaciones sexuales que acostumbramos a mantener los seres humanos.
En esta línea parece querer ahondar la periodista, sexóloga y escritora Silvia C. Carpallo al publicar su segunda novela, Decirte adiós con un te quiero. Editada por Ediciones Versátil, Decirte adiós con un te quiero pretende reafirmar el éxito obtenido por Silvia C. Carpallo con su primera obra, el libro de relatos El orgasmo de mi vida.
Necesidad de una correcta educación sexual
Decirte adiós con un te quiero cuenta la historia de tres chicas que rondan los treinta y de cómo esas chicas se enfrentan a la vida tomando decisiones que afectan a tres esferas de su vida: la profesional, la sentimental y, por supuesto, la sexual. Ésta, sin duda, es una de las grandes especialidades de Silvia C. Carpallo. Sexblogger como es y Máster en Educación y Asesoramiento Sexual, Silvia C. Carpallo considera absolutamente necesario hablar más de sexo y hacerlo, sobre todo, de una manera natural y documentada, derrumbando estereotipos y poniendo el foco sobre los diferentes aspectos que, de una manera u otra, acaban influyendo en nuestra sexualidad y en el modo de vivirla. Para ello, señala la autora de Decirte adiós con un te quiero, es fundamental impulsar la existencia de una correcta educación sexual. Hasta que esto no se realice, apunta Silvia C. Carpallo, el papel que pueda desempeñar la literatura erótica es capital.
Carpallo aplaude la aparición de obras como Cincuenta sombras de Grey por el hecho de que pone de actualidad el hablar de sexo y acerca a las mujeres a un tipo de literatura que siempre se había considerado “cosa de hombres”. La periodista critica, sin embargo, el enfoque fundamentalmente “machista” que suele darse a muchas de estas obras que han aprovechado el tirón de Cincuenta sombras de Grey para ocupar un lugar cada vez más destacado en los medios de comunicación. Silvia C. Carpallo, preocupada siempre por esa carencia de una verdadera educación sexual, critica que este tipo de literatura erótica no ayuda a lo que debería ser un objetivo educacional prioritario: enseñar al hombre y a la mujer a entender su sexualidad y, en consecuencia, a vivirla de la manera más natural y satisfactoria posible. Aprovechar que hay un público nuevo, esencialmente femenino, interesado por esa literatura erótica que, de alguna manera, simboliza Cincuenta sombras de Grey, es algo que, desde el punto de vista de Silvia C. Carpallo, no debe desaprovecharse.
La autora de El orgasmo de mi vida y bloguera habitual del diario El País habla de una revolución sexual pendiente. Esa revolución debería sentar sus bases sobre un cambio de la visión de lo que se espera del hombre y la mujer. Que la mujer deje de sentirse obligada a ser sumisa y dulce y el hombre no sienta sobre sí la obligación de ser dominante y fuerte deberá ser el punto de partida para avanzar a un empoderamiento de ambos sexos que, a la larga, redunde en una sexualidad más completa y satisfactoria.